Los Caballeros de Cristo toman Elche
Los Templarios abren los desfiles de Moros y
Cristianos con una espectacular entrada del bando de la cruz
M. MAR MELERO / FOTOS: SERGIO FERRÁNDEZ 10.08.2015 |
09:36
El capitán cristiano, José María Mazón, anoche acompañado
de la dama templaria, Loreto Márquez, en una majestuosa carroza.
El capitán cristiano, José María Mazón, anoche
acompañado de la dama templaria, Loreto Márquez, en una majestuosa carroza.
SERGIO FERRÁNDEZ
Los Caballeros de Cristo toman Elche
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Los Caballeros de Cristo toman Elche
Los festeros lucieron trajes muy vistosos.
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Los Caballeros Templarios hicieron ayer de Elche su
reino cristiano con la representación de un boato que llevó a la ciudad al año
1175, época en la que aparecieron los primeros símbolos heráldicos, que
proliferaron durante el siglo siguiente.
Con un espectáculo cargado de luz, color y sonido, los
templarios, que este año ostentan la capitanía del bando de la cruz, dieron el
pistoletazo de salida a los desfiles y representaciones de Moros y Cristianos.
Al comienzo del acto, un niño fue el gran protagonista
del desfile. Según la leyenda, el joven, de unos nueve años, se fijó en los
caballeros de túnica blanca y cruz roja al pecho, y vio en ellos un sueño que
cumplir, por lo que su padre conocedor de la situación custodió al niño a los
templarios.
El joven a lomos de un caballo paseó por las calles
del centro de Elche acompañado por una escuadra de niños.
La Iglesia fue uno de los pilares de los caballeros
templarios y por ello, también lo fue del desfile. Una decena de monjes rezando
simbolizaron el conocimiento y saber que debían de tener los caballeros,
formados en la palabra de Dios para poder ejercer de protectores de Cristo.
Asimismo, se representó también el entrenamiento de los templarios, que con la
espada defendían el mensaje del creador.
Tras años de preparación, en el desfile se escenificó
cómo aquel joven que tenía nueve años, ya adulto es nombrado templario.
La música, presente durante todo el acto, supo poner
la emoción a flor de piel de los cientos de ilicitanos que ayer se agolparon en
las calles del centro de Elche para disfrutar de la Entrada cristiana en las
fiestas de Moros y Cristianos.
Un ejemplo de ello fueron los tambores que presagiaban
que una batalla estaba a punto de acontecer. Decenas de templarios, agolpados a
modo de ejército, se prepararon para la llamada «Gran batalla de Arsuf» en
1191. Según la leyenda, tras conseguir cruzar el desierto, los templarios se
encontraron a las puertas de la fortaleza de Arsuf con el ejército Saladino
frente a ellas. Dos escenas representaron la batalla, que terminó con la
victoria de los caballeros de Cristo.
El maquillaje de los luchadores fue uno de los
aspectos que más llamó la atención. Pintados de blanco, la muerte en sus caras
anunciaban la sangrienta batalla que terminó con vidas de ambos bandos.
Tras la conquista, el capitán cristiano, representado
este año por José María Mazón Juárez; acompañado de la dama templaria, Loreto
Márquez Ferrer; y las infantas templarias, Loreto, Ania y Paula Mazón Márquez,
desfilaron por las calles de la ciudad, arrancado así el aplauso del público
asistente.
La familia de templarios iba subida a una bella
carroza en forma de castillo. La pareja iba en lo más alto del escenario
mientras que las tres hijas iban en la parte delantera de la carroza. Los cinco
saludaron a todo el público asistente.
La edil de Mercados y Aperturas, Purificación Vives,
participó también en la Entrada cristiana desfilando junto a la Filà Cruçaes en
la Comparsa Astures.
Por otro lado, el inestable tiempo provocó la
preocupación entre muchos de los festeros, que temían que se suspendiera el
acto o que el recorrido se viese alterado. Finalmente, pese a la fina lluvia
caída por la tarde, la entrada cristiana transcurrió con total normalidad y el
público se agolpó en las calles del centro para disfrutar de la Entrada
cristiana.
(NOTICIA Y FOTOS PUBLICADAS POR EL DIARIO INFORMACIÓN)